Estrella y Ana

Eran como dos gotas de agua
cuando vinieron a nacer.
No tuvieron juegos ni cuentos
ni una muñeca a quién querer,
no pudieron ir a la escuela,
en casa no habia que comer.
Aún tenían piel de guayaba
pariendo por primera vez.
Los hijos se fueron un día
la vida con ellos también.
Sólo quedo en las dos hermanas
los ojos ciegos del saber.
Si los años fueron nubes perdidas en sus almas
siempre quedó la herida de aprender.
Estrella y Ana ,cada mañana, van con las letras a conversar
Estrella y Ana,cada mañana,van a la escuela no importa la edad.
La "a" le sacaba la lengua ,
la "i" peleaba con la "e",
la "o"colgaba de una oreja,
la "u" se fue con un ciempiés.
Con risas y llantos de seda,
la vida vovió a la niñez.
Si los años fueron nubes perdidas,
en sus almas siempre quedó la herida de aprender.
Estrella y Ana, cada mañana, van con las letras a conversar
Estrella y Ana,cada mañana, van a la escuela no importa la edad.
Estrella y Ana, cada mañana, van con las letras a conversar
Estrella y Ana, cada mañana, van a la escuela no importa la edad,
no importa la edad,
no importa la edad.
(Mestisay)

Recuerdos de una amistad


Ya es sabido que las cosas están continuamente cambiando y mucho más en la etapa por la que estamos pasando (la adolescencia). Es un continuo ir y venir de amistades que en algún momento han sido de lo mejorcito, pero con el paso del tiempo han envejecido y caido en el olvido.
Llega cierto momento en el que piensas que los amigos que tienes, en este caso amigas, van a durar para siempre porque llegadas a este punto ¿que nos puede pasar a nosotras para que nuestra amistad cambie?...Pero todo no es un camino de rosas y empiezas a oir comentarios de amistades que se rompen al pasar unos años, y mientras nosotras estando tan seguras de lo que nos unía, llegamos a presumir de ser un curso sin malos rollos.
Como no se puede decir de este agua no beberé, nos pegamos de narices en bachiller, llegando con él un curso en el que el lazo de amistad tan grande que nos unía se rompío como por arte de magía y sin explicacion aparente, o por lo menos para mi.
"Juntas para siempre" era la frase que repetía hasta la saciedad recordando los momentos pasados, mientras un escalofrío recorría mi cuerpo y hacía que una capa de fina agua recubriera mis ojos y se paseara por mis mejillas.
Ahora cada una va por su lado y cuando nos cruzamos por los pasillos lo único que recuerda que fuimos amigas es un tímido "hola" y una sonrisa forzada.
Lo único que se puede sacar en conclusión es que las cosas cambian y aunque no nos gusten tenemos que aceptarlas porque al final se encuentran otras cosas distintas aunque no iguales.